"El amor es la meta última y más alta a la que puede aspirar el hombre"



sábado, 21 de mayo de 2011

FIN de un mundo, COMIENZO de otro mundo


Bueno, supuestamente hoy es el fin del mundo, por enésima vez en la historia... Ya ni se por qué motivo será pero bueno... yo lo tomo desde mi punto de vista particular.

Voy a suponer que llega el fin del mundo, bárbaro... ahora, comienza otro mundo; al menos para mí. Me enteré ayer de este evento, y coincide con muchos pensamientos y decisiones importantes que he tomado, para llevar de una forma mas favorable el tránsito de este año que tengo que vivir.

Este fin coincide con mi recuperación, con mi cumpleaños, y con mis nuevos pensamientos para con la vida.

Empecé estos 19 años, con todo, con las personas que me quería, siendo verdaderamente FELIZ. Eso y sumado a que, me di cuenta que pienso demasiado y disfruto poco, entonces con este comienzo de otro mundo, empieza otra vida para mí. No voy a dejar mis obligaciones de lado, pero voy a disfrutar un poco más de la vida, de las cosas en sí, de los pequeños detalles, y esas pequeñas cosas a las cuales les dejé de dar importancia por llenarme de problemas que yo sola me los creaba.

Por otro lado, también cambiaron mis metas. Ahorro, para Dios vaya a saber que cosa, pero ahorro... por primera vez en mi vida. No veo metas a largo plazo, sino aquellas que tengo al alcance de mis manos: este año como sea me voy a recibir de profesora de danzas, voy a empezar a trabajar, voy a meter 4 materias en la facu, no voy a forzar situaciones de ninguna índole con ninguna persona.

Simplemente voy a dejar que todo fluya, y el destino me irá mostrando a medida que avance este nuevo mundo las sorpresas que me tiene preparado, y voy a disfrutar a cada instante de las mismas, sin pensar que me van a a hacer bien o me van a hacer mal, tan solo voy a disfrutar como corresponde.


"Comenzar bien no es poco, pero tampoco es mucho"

viernes, 20 de mayo de 2011

Algo productivo

Los días transcurren y la vida pasa, y siento que no soy para nada útil. Si bien soy feliz y estoy bien anímicamente, quiero volver a mi vida habitual. Siento que estoy perdiendo el tiempo, pero se que no puedo hacer todo de una sola vez, ojalá pudiera avanzar el tiempo para poder empezar a hacer cosas.

Me siento feliz al haber superado muchísimas cosas, pero a la vez me siento triste por no poder avanzar más rápido en mi evolución. ¿Es que acaso el tiempo me apresura? Desde ya que no, simplemente me acostumbré a un estilo de vida en el cual no paraba ni un segundo, y ahora es todo lo contrario, y no me acostumbro, quiero volver a mi vida activa.


Es como yo digo, si me dan a elegir entre campo y ciudad, elijo la ciudad, adoro el bullicio de los autos, la música fuerte y el no parar un segundo, sino siento que no estoy haciendo nada productivo.


En definitiva, que vendría a ser hacer algo productivo?? Algo con utilidad, que sirviera para algún fin, no solamente estaren Facebook o leyendo cosas muy poco relevantes que no me sirven para nada, está bien tener un rato de ocio pero también es necesario hacer actividades con algún fin específico.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Mi estadía en Los Arcos

No aguanto más, pienso y pienso en esto todos los días, así que será la primera y última vez que hable detalladamente sobre este tema al público.

Todo empezó el 25 de marzo de 2011, un día que llegué a casa de una salida, me sentía muy decaída... así que mi mamá decidió tomarme la fiebre. Resulta ser que tenía 38°; "debe ser un resfrío", fue lo primero que pensé, "me tomo algo para la fiebre y en unos días voy a estar mejor". Pues no, la fiebre bajó por dos horas, volvió a subir y yo me sentía cada vez peor.

Al otro día (sábado) mis padres decidieron que debía ir al médico. Luego de esperar unas horas, me atendió un doctor, cuya primer comentario fue: "Es algo virósico, no te puedo medicar hasta que no haya mas síntomas". Mi mamá le exigió que me hiciera una placa, porque podía ser pneumonitis (tenía antecedentes de la enfermedad asintomática, y podía volverse a repetir el cuadro). Por suerte la placa estaba en perfectas condiciones.

Al siguiente día (domingo), con 40° y peor de lo que estaba volví al doctor, cuya respuesta fue la misma que la del anterior, pero esta vez me hicieron análisis de sangre los cuales demostraban una enfermedad virósica, pero no de qué tipo.

Una vez más (lunes), tenía que volver al doctor, pero esta vez mis padres decidieron llevarme al sanatorio Los Arcos, donde repitieron todos los estudios agregando además una ecografía. A todo esto estaba con 40° de fiebre, vómitos, náuseas y un dolor de cabeza tan inmenso que pensé que la misma iba a estallar. Luego de unas 4 horas, los resultados de los estudios estaban normales, se le comentó al doctor de mi impresionante dolor de cabeza, y luego de dudar por unos instantes decidió hacerme una punción lumbar.

Yo me sentía, no solo mal físicamente, sino también anímicamente, me asusté mucho sin antes saber el resultado. Del box en el que me encontraba me llevaron a una habitación y me colocaron suero, el primer pinchazo de la vía introvenosa me dolió menos de lo esperado, por lo cual pensé, si pasé esto, también tengo que pasar la punción.

Después de un rato, llegó el doctor con un enfermero con muchos frascos, jeringas y agujas. Me aplicaron anestesia local, y luego insertó en mi columna una aguja tan grande que jamás la había visto en mi vida. Nunca me dolió tanto un pinchazo, sentía como el líquido pasaba a través de mi cuerpo, y lo peor de todo es que no podía moverme. Finalmente terminó y se retiró junto con el enfermero, por mi parte quedé recostada por una hora sin poder moverme ni hablar.

Al cabo de un rato, apareció el doctor y dijo: "Bueno, tengo el resultado del estudio, la realidad es que no tenés nada. JAJAJA. No, la realidad es que tenés Meningitis, así que voy a autorizar ahora la orden de internación, no lo sospechaba por la falta de rigidez de nuca, pero el estudio dio positivo". Con esto que me dijo, no sabía si pensar que era bueno que me encontraran lo que tenía o largarme a llorar. Opté por la segunda.

Me trasladaron a una habitación en el piso 7, piso de los pacientes graves, cosa que me fui a enterar unos días después. Así empezaron a transcurrir los días, con visitas de doctores a la mañana, tarde y noche; visitas de las enfermeras cada tres horas o menos. Pasé dos semanas con 40°de fiebre, una semana sin comer absolutamente nada, con 4 bolsas de suero por día, Dipirona para bajar la fiebre (es lo más fuerte que hay), Dolten para el dolor de cabeza, Paracetamol e Ibuprofeno para la fiebre y el dolor de cabeza, Reliveran para las náuseas y vómitos, Acyclovir los primeros días por precaución si se trataba de una Meningitis producida por herpes y barras de hielo, puesto que la Dipirona, el Paracetamol y el Ibuprofeno no alcanzaban para bajar mi alta temperatura corporal.

Mis días transcurrieron de esta forma, sin comer o comiendo casi nada (vomitaba si comía, y si no comía también), encerrada en una habitación prácticamente sin luz (por la fotofobia, que es la poca tolerancia a la luz), con visitas constantes de doctores, llena de medicamentos. Todos los días venían a pincharme, tal es así que tuve un total de 9 pinchazos contando una nueva vía (en el brazo se me produjo flebitis asi que debieron colocarme una nueva), y también para análisis de sangre para SIDA, sífilis, detección de virus, y demás cosas, por suerte todo dio negativo.

Cabe destacar varias cosas de estos días:

-Si bien no resistía yo sola estar parada y podía movilizarme muy poco, yo siempre quise salir adelante, así que con mis mínimas fuerzas de voluntad que tenía en ese momento, me levantaba para bañarme, aunq mi mamá me tuviera que ayudar, no me importaba, yo quería aunque sea... bañarme.

-Hay un día que nunca más olvidaré: era de noche, mi mamá había vuelto a casa, yo estaba con el suero, Dipirona y barras de hielo que me quemaban la piel bajo ambos brazos. En eso me empecé a sentir muy mal, mi papá me preguntó si quería que me corriera las sábanas. No le contesté, y me puse muy nerviosa, en mi intento por relajar mi cuerpo, sucedía todo lo contrario: mis músculos se contraían cada vez más y más. Por el susto, no le podía contestar a mi papá, tenía miedo incluso de hablar. Comenzé a temblar, mirando al frente, en eso mil cosas se me cruzaron por mi cabeza: mientras pensaba que tenía que sostener las barras de hielo para que no se cayeran, tenía que relajarme para dejar de temblar, tenía que perder miedo para poder contestarle a mi papá, ver como se le llenaban los ojos de lágrimas con mucha desesperación llamando a las enfermeras, escuchar que las enfermeras me mentían para no preocuparme más de lo que estaba preocupada... SENTÍ MIEDO, pensé que iba a convulsionar, o que me iba a morir, es la primera vez en mi vida que sentía eso. Por suerte, lo único que hice, fue vomitar el antibiótico, pero el proceso hasta que eso pasara, no me lo voy a olvidar.-

-Recibí gratas visitas en el sanatorio, lo cual me ayudaron muchísimo en mi recuperación, así que agradezco a mis amigas Giselle y Mariela, a mis tíos Fabián y Jorgelina, a mis tíos Mario y Susana y a mi prima Ivana por haber ido a verme.


A partir de allí empezó mi mejora, si bien fue lenta llegó el tan ansiado día en que me dieron el alta. Continué en casa con algunos de esos antibióticos, y los síntomas empezaron a desaparecer, eso llevó aproximadamente otra semana y un poco más.

Es el día de hoy que sigo con la recuperación y se que voy a estar así hasta Agosto, pero también puedo decir que superé haber quedado con las siguientes secuelas: epilepsia, convulsiones, secuelas motoras y por sobre todas las cosas, superé la MUERTE.

Hoy día es un recuerdo feo que sólo me trajo unos pequeños temblores en las manos y no poderme hacer para atrás con el cuerpo como secuelas, y también me trajo tener que rebobinar en mi vida hacia algunas cosas que ya había visto, pero que además me sirvió para aprender que tengo que disfrutar más de la vida, y que no tengo que hacerme grandes problemas por cosas que no merecen ese valor, que hay que valorar y demostrar el cariño debido a las personas que se lo merecen, y borrar a las personas que no lo valoran a uno de su vida, que todo lo superé en menor tiempo de lo esperado por mi fortaleza y mi fuerza de voluntad, que no perdí mi capacidad mental ni física, que voy a poder a volver a hacer todo lo que amo y me llena el alma, que voy a vivir la vida como corresponde.